La Fachada Ventilada es un sistema constructivo formado por varias capas que garantiza un funcionamiento duradero y aumenta la vida útil de la edificación.
Su principal característica es la clara separación entre el revestimiento y los elementos que este protege ( el aislamiento térmico y la base de apoyo) de las influencias climatológicas.
Las paredes exteriores portantes y el aislamiento permanecen siempre en seco y, por lo tanto, preservan plenamente su función. Incluso la lluvia de impacto que se pudiera haber filtrado a través de juntas abiertas, se secará rápidamente por la circulación de aire en el espacio de ventilación, se previene la condensación de agua en el interior y ademas evitamos la aparición de hongos de moho.
La Fachada Ventilada protege además a los elementos constructivos de elevadas cargas térmicas. El aislamiento proporciona una máxima acumulación térmica de los componentes interiores, previniendo así la pérdida de calor en invierno.
En verano, la cantidad de calor que actúa sobre el revestimiento, se desvía a través de la corriente de aire en el espacio ventilado. De esta forma se consigue un ambiente interior fresco y agradable.
El grosor del espacio ventilado entre el revestimiento de la fachada y la capa aislante debería ser al menos de 20 mm Se deben considerar las tolerancias de construcción y una eventual colocación inclinada del edificio. El espacio ventilado puede reducirse localmente hasta 5 mm, p.ej. debido a la base de apoyo o irregularidades en los paramentos. Además se han de dejar orificios para la entrada y la salida del aire, estos han de situarse en el punto mas alto y mas bajo del revestimiento de la fachada asi como en alfeizares, dinteles y estructuras pasantes.
La sección libre mínima del espacio ventilado depende de la altura del edificio.
